Por: Jorge Wilson Izquierdo Cachay.

Llegué por la Av. El Cumbe en 1941. Estudié primaria en la Escuela N° 81 (hoy “Pedro Paula Augusto Gil”); secundaria en el hoy emblemático “Coronel Cortegana”; superior en el ISP “Victorino Elorz Goicoechea” de Cajamarca y postgrado de letras en “San Marcos”. Desde 1961, como docente de primaria, laboré en la Escuela N° 93 de Chalán (hoy 82418); luego en Huañambra en la 846 y, finalmente, en la hoy IEP N° 82390 de donde pasé a cesantía, tras haber sacado a tres promociones: “Apolo XI”, “Ciro Alegría” y “César Vallejo”.

Y fui presidente de nuestra Cooperativa “Celendín” Ltda. 406, directivo del Consejo Educativo Comunal de la desaparecida Cooperativa Magisterial, teniente alcalde del Concejo Provincial, secretario de la Asociación El Cumbe y del Comité Pro-Electrificación, secretario de cultura de dos comités taurinos y del Centro Cultural de Celendín.

En 1971, exprofesamente viajé a Santiago de Chuco para conocer la tierra y casa de nuestro poeta universal César Vallejo, sobre quien el año 2013 publiqué su biografía, quedando inéditos dos libros más: “Vallejo, travesía lacerante” y “Los amigos de Vallejo”. Igualmente espera publicarse la antología poética “Celendín, verba nostra” y otras obras de verso y narrativa.

En 1973, contraje matrimonio con Erótida Medina y tuvimos dos únicas hijas: Neyda y Janneth, quienes nos han dado cuatro nietos: Harold Jowic, Jheyni Eromed, Karen Darilé y Solange Georgina que colman nuestras vidas de amor y esperanza. Mis padres fallecieron en Cajamarca hace varios años.

Desde muy pequeño me atrajo la literatura, música, pintura y periodismo, habiendo publicado algunos poemarios, cuentos, historia y dos novelas cortas: “Niveles de Sombra” y “Rosicler”. En periodismo fui cofundador de la revista Marañón” y ya colegiado trabajé decenas de notas, crónicas, reportajes y más de 320 artículos de diferentes medios de comunicación de esta localidad, Cajamarca, Trujillo y Lima, cumpliendo el año 2000 mis Bodas de Plata periodísticas que con entusiasmo celebró el mensuario “Órbita” de Lima… Conservo algunos galardones, así los pergaminos del ISPP “Arístides Merino Merino” (2002) y por el Sesquicentenario de Creación Política del Departamento de Cajamarca (2005), medalla de la ciudad por el Bicentenario de la Fundación Española de Celendín y la Inca Atahualpa de la región.

Fui invitado a algunos encuentros literarios como el “Manuel Baquerizo”, al III Festival Internacional de Poesía “El Patio Azul” de Cajamarca (2003) con representantes de cuatro países latinoamericanos y el I encuentro de Poetas y Escritores “Victorinos de Poncho y Sombrero” (2014). Obtuve la distinción “Kúntur Wasi”, diploma de la Promoción “Parta 56” por sus bodas de oro (2006), estatuilla del mensuario “El Shilico” (2011), y ese mismo año la condecoración “Julio Garrido Malaver” y Centro Cultural “Díaz Dávila”, diploma bodas de oro de la revista “El Labrador” de Sucre (2017), etc.

He pertenecido a la Asociación Nacional de Poetas del Perú e incluido en la antología de Poetas Gráficos del Perú, en “Poetas de Cajamarca” (1968) del Dr. Luzmán Salas; en “Una semana en 6 días” (2006) de Juvenal Vilela; en “Cajamarca, caminos de poesía” (2006); en “Forjadores de la cultura celendina” del Dr. Manuel Silva Rabanal (2010); en “Encender lecturas sin apagar Lecturas”, “La prosa de los cajamarquinos” (2012) del Dr. Luzmán Salas. En 1993, de mi poemario “Bloque Desnudo”, dos sonetos fueron traducidos al alemán para la entrada de la Exposición CAXAMARCA TROTZ ALLEN, en Berlín.

No omitiré mi aporte a la literatura en general, al efectuar algunas presentaciones públicas de libros, prólogos y contratapas, así desde Ranulfo Castañeda en 1974, Clemente Núñez Garay, José Pereyra Abanto, Juvenal Vilela, Tito Zegarra, Manuel Sánchez Aliaga, Walter Castañeda, Manuel Silva Rabanal, Hebert Reyna Zegarra, etc., y del artista “El Vrocha”, de quienes siempre estaré agradecido por honrarme con su distinción. Y cabe mencionar a Guillermo Torres Ruiz, Jorge Horna, Gutemberg Aliaga, Daniel Gil, a los magistrales hermanos Jorge Luis y Javier Chávez Silva, como a los escultores Orlando Medina y Miguel Díaz Dávila y al pintor y caricaturista Elías Mariñas, etc. Y prólogo a “Jelig, toque de silencio”, de Ever Velásquez Machuca (2016).

Y luego mi singular amistad con la señora Georgette de Vallejo, que falleció en Lima privada de una exigua pensión, anciana ya ella, sumida en olvido y maltrato: la conocí en 1979, internada en el Hospital Militar, después en la Clínica Maison de Santé y en la San Juan de Dios. En ésta, se apagó para siempre el 4 de diciembre de 1984 sin que hasta la fecha haya sido trasladada para estar junto a su Vallejo como fue su deseo.

Dejo constancia, además, de mi gratitud al exdirector de la IEP “Manuel de Piérola”, Prof. Gualberto Goicochea, personal docente y alumnado, por el gentil reconocimiento que nos brindaron en setiembre 2014, al celebrar ese año el 55 Aniversario y a la Asociación Celendina en Celendín por el trofeo otorgado en diciembre 2016 en el Villa Madrid.

En julio de 2019, durante la I Feria del Libro y Arte Celendinos, fui distinguido con Diploma de Honor y Medalla de la Ciudad, por el alcalde José Ermitaño Marín Rojas y cuerpo edilicio, junto a destacados escritores y poetas de nuestro pueblo.

Algunas obras: “La Leyenda de la Cruz”, “Cráneos Profundos”, “¡Sangre y Arrojo!”, “El Hombre Lejano”, “Tragedia del Trueno”, “Tempranías Moduladas”, “Fueron Ellos…”, “Interlingüismo Celendín”, “Vallejo, echóse a andar”, “Augusto Gil, un peregrino doliente”.

[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 002 – Edición septiembre 2019]

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