Por: Nehemías Oyarce Abanto.
Se llama regionalismo “a las expresiones que convocan la lengua materna de nuestros ancestros en un determinado lugar”. La idea de este pequeño escrito es rescatar las palabras regionalistas, más usadas en nuestra comunidad celendina, por lo que cristalizo muchas de las expresiones que nos identifica como shilicos, habladas desde mucho antes que se urbanice la ciudad y sus comunidades.
Nuestros ancestros conservaron y transmitieron a sus generaciones con mucha facilidad sus sentimientos, pasiones, oprobios, deseos, y todas las emociones y expresiones humanas que se podían entender con tanta facilidad.
Considero que nuestro regionalismo genuino forma parte de nuestra identidad y gracias a ello somos reconocidos a nivel mundial. El objetivo de las nuevas generaciones debe ser mantener “nuestra laya de hablar”, no perderse, no verse desvanecida con la invasión del modernismo. Vemos con harta pena que muchas palabras son reemplazadas por otras que las nuevas juventudes las van aprendiendo o asimilando de sus viajes a ciudades de la costa o en las redes sociales, dejando en desuso aquellas palabras que nos identifica.
EL IDIOMA DE LOS ANTIGUOS SHILICOS
El antiguo Perú tuvo en su territorio numerosas sociedades antes de la conquista de los españoles, los celendinos formaron parte de la cultura Cajamarca.
El diccionario de la Real Academia de la Legua, sobre los regionalismos dice:
- Son palabras sinónimas, muchas de ellas polisémicas y que se habla para referirse a palabras del idioma normal. Y se aplica según el contexto social o momentos circunstanciales.
- También son expresiones o giros de la lengua o la variedad lingüística de una región determinada.
- Algunas palabras en las regiones vecinas pueden significar otra cosa, completamente distinta. Por ejemplo: la palabra “miedo”. En Celendín se dice: “achichín”, y en Amazonas “rray”.
A continuación, una pequeña lista con algunas palabras que fueron rescatadas para recordar. En algunas palabras se usa un lenguaje original que hasta hoy se habla en muchos lugares de nuestra provincia, así lo escuché así lo escribo.
- ¡Ah bruto, hoy!: Admiración. Sorpresa. Asombro. Ah bruto, a esa mujer no se le escapa nada.
- ¡Ah puccha!: Ah bárbaro, que pesado. Insoportable. Intolerante. ¡Ah puccha, esto está difícil!
- Acacau: Pena. Lástima. Acacau, perdieron todas sus cosas en el incendio.
- Achaque: Motivo. Causal. Inicio. Punto de partida. Achaque que comí un poquito de azúcar me duele la muela demasiau.
- Achacoso: Propenso a cualquier cosa. Quejumbroso. El abuelo está achacoso, todo lo que come le hace mal a su barriga.
- Achachay: Calor fuerte, insoportable, intolerable. Alta temperatura. ¡Achachay, que solazo!, lo tuesta a mi cara lluspe.
- Vano: Inservible. Viciado. Ranchado. Decepción. Nu hay cosecha de trigo, todito se hizo vano.
- Bienecho: Castigo del destino. Alegría por el dolor ajeno. ¡Bienecho!, eso te pasa por malo.
- Baticola: Parte de la montura que se coloca al pie de la cola de los mulos para no caer y que debe estar floja para no alborotar al animal. Mujer que con facilidad tiene acto sexual.
- Cachachar: A medio tostar. El horno está muy caliente, el pan sale cachachao.
- Calpicho: Roto por partes. Sin bordes. La abuela le saco la mugre a su nuera porque lo hizo calpicho a sus ollas.
- Caracho: Lamentación. Tristeza. Admiración. ¡Caracho! el tío se murió rapidito.
- Cashcai: Choclo que está recién granando. Tierno. Débil. Pa´ que pue lo juntaste los choclos, tuabia están cashcais.
- Despeado: Dolor en los pies. En los cascos de los animales después de una larga caminata. Los toros caminaron dos días y han llegau despeaos.
- Empúñalo: Cogerlo. Detenerlo. Empúñalo a la china y dale su tanda pa´ que aprenda.
- Entroncar: Adormecer. Mis piernas se entroncaron de tanto frío.
- Faramalla: Charlatán. Alabancioso. Cholo faramalla, quién pue te va creer.
- Gañote: Garganta. Dícese de una persona enferma, con mala suerte o de mala semblanza. Estas hasta el gañote.
- Horqueta: Vara larga que termina en tres puntas y se utiliza para revolver la gavilla en la trilla de trigo, cebada u otros.
- Horquetalla: Caerse abierto de piernas. La vieja se cayó orquetalla en ese barro, blanco sus piernas, lo hubieras visto pue.
- Ishpasique: Persona que tiene incontinencia urinaria. Ese muchacho es un ishpasique, se mea en su cama.
- Jijuna: Ruin. Astuto. Este cholo es un jijuna, no se le escapa ninguna una china de la comunidad.
- Joijona: Mantel bordado para amarrar el fiambre. En la joijona nueva amarrarás mi fiambre porque me voy a demorar en mi viaje.
- Lagarpejo: Lagañoso. Cholo lagarpejo, anda primero lava tu trompa.
- Marrajo: Atrevido. Malcriado. Haragán. Cholo marrajo quién pue se va fijar en ti, si ni trabajas.
- Milluash: Frío del ambiente. Pálido. Enfermo. Los pollos están milluahs, segurito están con la peste.
- ¡Ni de cabuyas!: De ninguna manera. Verticalidad. El viejo no acepta ¡ni de cabuyas! a ese cholo para su yerno.
- Pateperro: Vago. Trotamundos. ¿De dónde pue vienes, so´ pateperro?
- Sopinuda: Dícese de una mujer de caderas abultadas. ¡Que sopinuda esa china, hoy!
ANÉCDOTAS ESCONDIDAS DE MI COMUNIDAD
(una de las muchas recolectadas)
A la china Julia lo engañó el cholo Rogelio, le dio un hijo. El jijuna se largó a Lima y se olvidó de ella. Pasaron algunos años, sola y abandonada, solo le quedó estar al lado de sus padres: don Rogelio y doña Amalia.
Tiempo después, el cholo José, que se daba de faramalla, lo comenzó a seguir hasta que la china fue convencida por sus propuestas. Decidieron formar una familia, previa pedida de mano. Pero había un gran inconveniente. El padre de la muchacha, no aceptaba ni de cabuyas a otro jijuna, de miedo que engañen otra vez a su única hija.
Don Rogelio tenía su compadre, don Grimaldo, un hombre muy social y servicial, por lo que el cholo José no tuvo mejor idea de verlo para que apadrine la pedida de mano y sea aceptado por el padre de la china Julia.
Don Grimaldo al escuchar la petición le dijo: ¡Ah! ¿quieres mujer, ya sabrás mantener cholito?, a mi compadre le gusta trabajar, no quellaburros, pero si de verdad quieres eso nos vamos hoy mismo, y ¡so carajo! no me hagas quedar mal porque de mi compadre no se burla nadie.
Llegado el día y previa comunicación el solicitante con su padrino fueron recibidos por Don Rogelio y sin esperar más tiempo don Grimaldo, que era resuelto de huesos, le dijo: Compadre le traigo a este quellaburro, quiere que ser tu yerno dice, se ha ido a verme y te hago presente.
Don Rogelio con todas las dudas en su corazón aceptó la propuesta y dirigiéndose a José le dijo: Habrás mirau bien, mi hija tiene su pasado, no quiero que caiga en el mismo error y sea nuevamente burlada.
José, que se daba de faramalla, le contestó: No se preocupe Don Rogelio, a su hijita ya le he mirau bien, “por atrás y por delante”.
Ante tremenda respuesta don Rogelio cerró las puertas de su casa y dejó por zanjada la conversación, situación que ocasionó que el mozalbete reciba una resondrada de su padrino, quien cuestionó la forma malcriada en qué respondió el cholo José al momento de pedir la mano: ¿Cómo has podido decirle eso a mi compadre? Él refería al problema que tiene la Julia y tú le vienes con que ya lo has mirau por atrás y por adelante. ¡Tan gafo ya pue eres!
Contado por Grimaldo Ortiz, recogido por Nehemías Oyarce Abanto.

[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 002 – Edición septiembre 2019]