Por: Juan Carlos Castañeda Cruz
Celendín cuna de artistas, intelectuales, poetas… se oye decir por doquier. Efectivamente, esa es nuestra tierra, comprometida en gran parte con la intelectualidad, tan parecida a la usanza griega, cuando durante el Clasicismo, sus pobladores eran dedicados justamente a lo intelectual,
Pero, ¿cuánta gran verdad contiene lo dicho? Hoy los hombres y mujeres de esta parte, ubicada bajo el Cielo Azul del Edén, ¿realmente se dedican al intelecto? Quizá una pregunta complicada de contestar.
Sea como fuere, en Celendín existe expresiones poéticas y de las buenas. Desde tiempos antiguos hasta la actualidad, la poesía shilica se ha desarrollado en una linealidad variada, es decir, contiene diversos matices. Ha veces es Indigenista, Realista, Modernista, fantástica, costumbrista… y se despliega en un amplísimo abanico de expresiones bellas, metafóricas, sencillas, orientadas todas a revalorar nuestro terruño que tanto queremos. Obedece una oportunidad que, todos los celendinos que podamos contribuir con un ordenamiento cronológico y generacional no solo de la poesía, sino de la literatura celendina en general, podamos hacer este esfuerzo, a fin de contribuir en un ordenamiento necesario tan igual como la clasificación de cualquier literatura de un país o universal, para que las generaciones actuales, recurran a una fuente inagotable de expresiones o manifestaciones reales o imaginarias, y puedan encontrar en ello, un regocijo en base a la palabra y puedan pulir las suyas y alimenten sus espíritus, acrecentando su amor por nuestra tierra que nos vio nacer.
He intentado hacer poesía en esta oportunidad, como una terapia para combatir lo hirsuto, áspero, duro del aislamiento en que nos encontramos, y vaya que lo he podido conseguir, creo yo por cuanto hay honorables amigos y familiares, que han conformado una sola mano o un quinteto, y que han respondido a un llamado de participar en una terapia poética durante esta cuarentena, cuyos poemas he recopilado y pongo a su publicación para ser leídos y ojalá aprendidos, cuya generación de participantes los califico como POETAS DE LA CUARENTENA. Con mucha modestia, esta recopilación.
ESPÍRITU DE CUARENTENA (*)
Mi espíritu fue
insensible y equívoco.
Tenía amor
pero con actitud tonta,
él creía
que podía modificar el tiempo,
montañas y
opiniones terrenales,
enterrar miedos y sensibilidades,
despertar a la luna.
Mi espíritu fue
una nebulosa sin fin,
confundida en el manto
de una noche oscura
o de un callejón sin salida.
Mi espíritu fue
la decisión errante de mis pasos…
Caminé estos días
solo por casa y
me pregunté ¿cuál es el detalle?
Al son de una canción
y la falta de un dormir placentero,
como un errante sin pasos
o un extraño bailando bajo la luna.
Meditación.
Algunos suelen llamar reflexión.
Apoyado en el brazo del sol,
iluminado por Dios,
y en el cristal del tiempo
y de los recuerdos
se convierte mi espíritu en otro.
De pronto…
Mi espíritu puede cambiar.
Medita lo que aprendió
en el umbral del tiempo.
Mi espíritu puede cambiar.
recuperar un canto,
recuperar un abrazo,
recuperar actitudes
que un día se perdieron.
Un letargo y…
entonces continúa su viaje,
persigue sus sueños,
que el hombre mal interpretó,
Dios puso el dedo
sobre esta llaga con cuarentena,
donde aún conspiramos
contra la vida y el amor,
contra lo fraterno y lo humano,
Dios mío qué cosas vemos y oímos
al lado de este reloj
que habla por sí solo, pero…
mi espíritu puede cambiar.
Despertará bajo la luna, el sol, el viento,
recuperará su propia alma
y podrá ver
que el desastre pasará,
la muralla de Dios lo protegerá,
lo pondrá en el camino virtuoso y apacible
donde la calma queda,
la tormenta pasa.
Y entonces
será otro,
tendrá otra sonrisa,
alcanzará el cielo,
romperá el hielo de la separación,
sentirá que los seres
vuelven a la vida,
que necesitan ser humanos,
fraternos,
que se levantan y
se ponen a caminar.
(*) Juan Carlos Castañeda Cruz. Hecho durante la cuarentena los días 09 y 10 de abril de 2020. Las personas necesitamos saber que “podemos cambiar, que podemos ser más fraternos”. Celendino de nacimiento, docente de la especialidad de Comunicación con trayectoria profesional en la IEP “Nuestra Señora del Carmen”, “Coronel Cortegana”, ISPP “Arístides Merino Merino”, Coordinador Pedagógico de la Universidad Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque; Especialista ADE Celendín; Maestría concluida en Docencia e Investigación; entre otros cargos en la administración pública.
“El reconocido profesor Juan Carlos Castañeda Cruz, nos ha invitado a formar parte de una cadena virtual de poesía. Gustosos, compartimos, el poema titulado «Impotencia», escrito hace algunos días. Que esta nueva terapia poética, encuentre cabida en estas redes… no será la primera vez que nos ayuda la palabra”.
IMPOTENCIA (**)
A dónde ir
ahora que se nos
ha expulsado del Edén
que creíamos nuestro y eterno.
A qué dios reclamar
la promesa no dicha
de alguna simiente,
que tras todo lo por vivir
nos devuelva al paraíso.
Se nos ha revelado
con dolores insufribles
la ajenidad del pan
para las multitudes,
la sequedad de la lluvia
cuando cae en el techo del hambriento,
la intermitencia inefable
de los amaneceres
en las jalcas lejanas de todo.
Y a qué dios reclamar
el reino celeste
sin tempestades
que no se nos prometió.
Qué oración elevar
cuando el alma sucumbe
a falta de materia
y la materia se ha cansado
de lo imposible de su sublimación.
Qué plegaria,
qué letanía
y ante qué poblador celestial.
(**) Enrique Chávez Aliaga, nació en Celendín el año 1986. Sus estudios primarios los realizó en las escuelas 82391 (antes 85) y 83390 PPAG. Su secundaria lo realizó en el CEGNE Celendín y Coronel Cortegana (solo cuarto grado); se graduó como Abogado en la UNC. “En las aulas de la vida, se enamoró de la música y la poesía. Dedica a ellas la mayor parte de su tiempo, siempre robado”. Actualmente se desempeña como Asesor Legal en la Universidad Nacional de Cajamarca
“Estimado promoción, allí te envío un poema de mi inspiración en estos momentos de tormento que aqueja al mundo, espero sea de tú agrado y de todos los demás. Gustoso de participar en esta cadena poética”.
GUERRILLERO DE PAPEL (***)
Entre la luz y la sombra
cuando pude abrazarte no lo hice;
hoy que quiero hacerlo mis brazos
no te alcanzan.
Pasé por el mundo muy de prisa,
sin ver quien estaba a mi lado
tanto así que al volver la mirada
solo encontré las brumas del pasado.
Tal vez me hunda en el candente averno;
mientras asciendes por el azul etéreo
y cual Dante la mano de Beatriz procurar quiero.
Honda tristeza se cierne; mientras el pueblo
descansa en aparente calma; tratando de digerir
lo que aún no ha comido.
Es entonces que a mi mente vienen
los fantasmas del pasado en una ciudad desnuda.
Los niños ya no corren por las calles;
las parejas ya no se besan a escondidas;
el consejo de acianos de mi barrio
ya no se junta en agradables tertulias,
recordando anécdotas de un febril pasado.
Todo es silencio, hasta los techos de las casas
parece que se alejan por temor a contagiarse.
Lentamente cae la noche, cubriendo la ciudad
con su velo misterioso,
como cubren el rostro de sus muertos
nuestros hermanos en algún lugar.
Me sumerjo en la más oscura noche
tratando de conciliar el sueño en medio
de un infernal insomnio…
Despierta el día con radiante alborozo,
el sol sigiloso asoma por la fila de Jelij
y el trino de las aves, en concierto matinal
anuncian la llegada de un nuevo día.
En el infinito miro el sol, miro el cielo; pienso en Dios
y digo: ¡claro, claro que hay esperanza todavía!
(***) “Guerrillero de papel” – Manuel Salvador Sánchez Núñez, nació el 25 de diciembre de 1970. Realizó sus estudios primarios en la IE 82390 “Centro Base”; su secundaria en la Gran Unidad Escolar “Coronel Cortegana”; su superior en el IESP «AMM» y Universidad Pedro Ruiz Gallo. Docente en “José Carlos Mariátegui” de Longotea – Bolívar; IE “San Francisco” de Nueva Esperanza; IE “José Cabellos” de Huañambra; IESP»AMM»; colegio “Nuestra Señora del Carmen”. Actualmente Director en IE “San Isidro” del Tingo de Huasmín.
“Estimado Juan Carlos, ahí te envío un poema que quiero compartir como terapia en estos tiempos difíciles de aislamiento. Para mi es una suerte de catarsis personal y, si a otras personas les puede ayudar, lo comparto como un aficionado”.
APARECIDOS (&)
Apenas escribíamos y la prisa
ruidosa
nos agobiaba.
Sin saber para qué
nos apresurábamos
mientras el sueño insatisfecho
mandaba otros sueños
más insaciables.
Espejismos.
Solo alucinaciones
colmaban nuestros
aparejos.
Presumidos,
deslumbrados de estridencias
libertinas
sin horizontes ciertos.
Confiados
circulábamos
por el mundo.
Hasta que el postergado
silencio
nos invadió invisible.
Intempestivo,
con aparente calma,
insondable
preguntándonos:
¿Para qué estás aquí?
Perturbados.
Confundidos nos
reencontraremos
mañana,
con abrazos
destrabados,
sin manos francas,
con besos inconclusos.
Caminaremos
como aparecidos.
Habremos aprendido
que inmortales
nunca fuimos,
ni seremos….
(&) Marcos Rodríguez Aguilar. Nació el 25 de abril de 1964 en la provincia de Rioja. Padre celendino y madre riojana. Estudió su primaria en la IE 82390, antes Escuelita 81. Sus estudios secundarios en el colegio “Coronel Cortegana”, promoción 1981. Hizo estudios filosóficos y teológicos en el Seminario Mayor «San José» de Cajamarca. Terminó sus estudios Eclesiásticos en el Instituto Superior de Teología «Juan XXIII» de Lima. Se ordenó de Sacerdote en 1990, ejerciéndolo hasta el año 2000. Hizo dos años de estudios de Filosofía en la Pontificia Universidad de «Comillas» de Madrid. Asimismo, es profesor egresado de la IPP «Juan Pablo II» de Trujillo. Licenciado en Educación por la UNC. Y Maestro en Educación por la UCV. Actualmente labora en el Colegio Nacional «Juan XXIII» de Cajamarca. Fue Director de la UGEL de la provincia de Hualgayoc – Bambamarca desde el año 2007 al 2010.
“Contribuyendo con el espíritu poético convocado, combatir esta pandemia con la letra, enalteciendo nuestro espíritu”.
CUANDO VOLVAMOS A CAMINAR (%)
Cuando volvamos a caminar
lo haremos sin prisa, mirándonos
despacio, sentiremos como una mirada,
nos puede abrazar, comprender, compartir,
buscar, entender…
Cuando volvamos a caminar
ya no pasaremos de largo,
nos pararemos a saludar,
nos apretaremos las manos, nos abrazaremos
como nunca lo hemos hecho
sincero, intenso, atrevido,
cálido, nostálgico…
Cuando volvamos a caminar
miraremos al mundo de diferente manera
como nunca hemos hecho
sensibles, responsables,
comprometidos, amigables…
porqué siempre recordaremos
que un día no pudimos caminar.
(%) Adaly del Socorro Díaz de Castañeda. Nació en Celendín en 1975. Sus estudios primarios los realizó en la IEP “Nuestra Señora de Fátima”; sus estudios secundarios en la IEP “Coronel Cortegana”, estudios superiores en el IESP “Arístides Merino Merino” en la especialidad de Inicial; se ha desempeñado como docente del nivel inicial en el Centro de Aplicación del IESP “AMM”; Capacitadora en la Universidad Nacional de Cajamarca; Docente en el IESP “AMM”; cuenta con Maestría concluida en Docencia e Investigación. Actualmente se desempeña como Directora designada en la IEPI Nº 119 – La Breña.
[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 004 – Edición julio 2020]