Por: Jorge Wilson Izquierdo

I

Tras cavilar en esta oportunidad, decidí lo que sugiere el título de la misma: “La vida es una sola…”, una sola para cada uno de nosotros y colectivamente para todos. Y supone que como a una flor o a una mascota, se la debe proteger. Al efecto, deseo empezar con una comparación tendiente a examinar cuándo sucede en derredor y sucederá, a la larga, en nuestro planeta que por hoy habitamos todavía.

La Tierra, querida y a la vez odiada, es en el cosmos un cuatrimotor que va perdiéndolos uno a uno para quedar en un VACÍO huérfana tal vez, sin arribar a cosmopuerto alguno, salvo a estallar contra otro errante cuerpo celeste, a tientas en una negrura incomparable.

Entonces seremos los únicos responsables por aquel cataclismo irreversible… Ya tiene apagado el motor del equilibrio ambiental con la contaminación, luego será el calentamiento global abrasador, más el predominio de lo que socava los cimientos de la justicia.

Sin turbinas, no funcionará el tren de aterrizaje; inservible la caja negra, porque a la Tierra no bastarán bomberos ni rescatistas, e irá vertiginosamente a la EXTINCIÓN TOTAL y no seremos ni polvo de ceniza.

II

El caso de esta naturaleza que tiene relación directa con la ecología, debemos enfocarlo desde esa perspectiva, puesto que, de su preservación depende el desarrollo natural y feliz de la vida sobre el globo terrestre. La ecología estudia las relaciones entre los seres vivos y su entorno, es decir, todos los agentes del medio en cualquier área comunal.

Entonces son los recursos hídricos indispensables para equilibrar el ecosistema. El agua genera todo un circuito que facilita la vida con sus componentes esenciales: hidrógeno y oxígeno (H2O), fertilizando a los campos mediante la lluvia y la vida acuática con incalculables posibilidades para la supervivencia, ya purificando el aire y purificando a la capa de ozono que la contaminación perfora, irónicamente, por acción del hombre que produce la combustión con millones de motores, chimeneas industriales, incendios comunes y forestales, productos químicos, plásticos, derrames petrolíferos, sprays, etc.

 Los recursos hídricos en Celendín son inmensos, desde los más discretos riachuelos, lagunas, ríos, puquios, hasta el protagonista Marañón, límite natural con la Amazonía. Tenemos varias cuencas y los ríos que perviven, se desplazan al mencionado Marañón y por el Amazonas al Océano atlántico. Son paternales el río Miriles y Cantange; en este funcionó otrora una hidroeléctrica y de después en Atuyunga para Celendín. El río Sendamal irriga a unas 30 comunidades, igual el Jadibamba que al desembocar en el anterior, forman el torrentoso La Llanga que separa a Celendín de Miguel Iglesias y Pallán. Entre las fecundas lagunas citemos a la Mishacocha, Picota, Frailecocha, Perol, Alforjacocha, Suro, etc.

III

No debemos omitir a las aguas termales y minerales. Así las de Llanguat, Jerez, La Quintilla. Las aguas frías son pródigas para prados y sementeras dando vida, paz y progreso, amén de aprovecharlas para obras de saneamiento… Han sido, además, útiles con los lavaderos de oro y para la salud por su pureza. Son más de 60 y Cajamarca, por ejemplo, ocupa el tercer lugar después de Ancash y Puno, aunque muchas no son aprovechadas o no se las promociona debidamente.

Ríos, lagos, lagunas y puquiales, son alma de la ecología y deben mantener ese sitial porque de ellos depende la vida acuática y terrestre, lo cual aprovechan los agroproductores en diversas latitudes. Y se debe proteger su composición primitiva, no permitiendo la utilización de aguas servidas mediante las lagunas de oxidación.

El agua, inmemorialmente, estuvo y está a la mano del hombre: ella sació su primera sed, fue su camino y su esperanza.

Aún hoy, pese a que la represa Gallito Ciego ha bajado su volumen, irriga miles de hectáreas que producen arroz, caña, espárragos, frutales y hortalizas, aparte del atractivo turístico de no continuar escaseando su agua por efecto del calentamiento. Otro fenómeno que esto produce, es la desglaciación que al deshacer a los nevados crea daños en el clima y como que en el Perú no habrán cordillera Blanca ni Negra en los andes. El cuentista César León Muguerza, fabula el deshielo del Yerupajá a 5 mil metros de altura, el segundo más alto del país, exhortando evitar que tal cosa ocurra con otros nevados empeorando el ecosistema… El buen uso de los recursos evitará consecuencias irreversibles. El año 2010, Antonio Brack juramentó como ministro del Medio Ambiente y solo fue uno más. El 12 de agosto 2012, el río Amazonas fue declarado una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo, ubicado en la extensa región de Loreto, por constituir una reserva vital para la humanidad.

El 13 de julio de 2019, tuvo lugar una convocatoria del RP. Lázaro Jara Paredes, para tratar sobre la protección de los ríos, por enfrentar el agua dulce graves amenazas en el ambiente climático, represamientos, desvío de aguas y contaminación que están generando zonas muertas o estancadas desde 1970, acentuando la inseguridad alimentaria, mucho más en las comunidades ribereñas. Ello supone una acción internacional de respeto marítimo, lacustre y fluvial y revertir lo que amenaza ser irreparable por ser muy poco lo que se hace.

La vida es una sola, démosle lo bueno de no ser posible lo mejor. La inversión es necesaria, pero no por encima de la vida. No destruyamos a sabiendas el cuatrimotor de nuestro planeta que luce azulplata en el retablo del cielo y no sea un corazón que sufre. STOP.

[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 006 – Edición enero 2021]

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