Por Jorge Wilson Izquierdo
Un rey deseando tener constancia de sus guerras, encargó a un historiador que se la hiciera, quien cumplió con 10 tomos de principio a fin. El rey al ver el trabajo, le pidió que todo eso lo redujera a un tomo. Fue así, eliminando cuanto no revestía mayor importancia y se publicó el mismo contenido en un condensado inmejorable.
El laconismo, semánticamente, viene a ser la calidad de lacónico o breve, conciso, a la manera de los habitantes de Laconia, antigua comarca del Peloponeso, capital Esparta, Grecia. En literatura es una virtud en que “si de lo bueno poco, dos veces bueno”; pero, hubo un autor que lo exageró tanto en “que fácil y directo soy”, que le criticaron que más parecían “fórmulas químicas” … aquí otros ejemplos para nuestras propias conclusiones.
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Dos soldados en un frente de batalla sufrieron zozobras, arrebatos y triunfos cada vez más amigos, más hermanos. Pedro Juan por sus acciones temerarias, ascendió a general de brigada en la capital de la república, mientras su amigo Pablo Andrés, quedó rezagado e inmerso en el infortunio.
Cuando supo que su amigo como general estaba arriba, decidió buscarlo en pos de algún auxilio. El general lo admitió y que le daba tiempo solo para tres palabras. Pablo Andrés pensó y en el despacho de frente le dijo:
—¡Mujer, hijos! —y con el índice hizo ademán de cortarse el cuello.
—¡Ah, ya! —dijo el militar y ordenó colocarle por ahí, en cualquier ocupación.
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Un paisano marchó a Lima, como tantos por trabajo, y logró salvar su situación… A su familia telegrafió no preocuparse: “Encuéntrome en los desamparados y me paseo en los descalzos”. Sus pobres padres tenían que hacer algo, vender la vaca romera o un pedazo de tierra para ayudarlo, que espere nomás. Por respuesta recibieron una carta que él estaba bien, trabajando, y en el telegrama se había referido a que vivía en Los Desamparados del Rímac, y salía a dar sus vueltas por el Paseo de Los Descalzos (Lima).
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Edelmira, desde un lugar montañoso, fue a seguir sus estudios en la ciudad de Cutervo. Tras unos meses a sus padres comunicó: “Estoy desnuda y con San Juan encima” …Indignados, dijeron que eso no era posible y, el papá, sacrificándose marchó a donde su hija. Al llegar a la dirección donde ella se alojaba, tocó enérgico la puerta y al abrirse estalló:
—¡Cómo es posible, hija, que te tengan desnuda, y dónde está ese Juan que quiero darle unos chancacazos!
—Tranquilo papá, yo me refería a que no tengo nada de ropa para la fiesta del patrón San Juan que ya no falta nada.
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Ignacio vivía en la selva loretana y un buen o mal día, recibió un encargo de su compadre Sindulfo: “Favor envíame con Noel 1 o 2 monitos”. A poco este llegó con 8 monos, explicando que 102 era imposible. El telegrafista no había puesto entre el 1 y el 2, la o con tilde: 1 ó 2, correctamente.
Concluyendo, laconismo proviene del latín laconismus, es masculino con su sinonimia breve, conciso, exacto, preciso, etc., siendo sus antónimos verbosidad, afluencia, abundancia, ampulosidad, verborrea, locuacidad, verborragia, parlería, charlatanería, etc. Saliendo de la precisión para un buen y mejor entendimiento.
[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 09 – Edición Diciembre 2021]