CELENDÍN LE DEBE UN MERECIDO AGRADECIMIENTO
Por Álvaro Bazán Cabellos
El agradecimiento es una expresión de sinceridad de las personas y de los pueblos honorables, nosotros como tales estamos en deuda con la Ex primera Dama del Perú.
Susanita, colega mía, noble amiga y compañera de estudios en la UNI (Universidad Nacional de Ingeniería), el último 8 de diciembre ha partido al reino celestial.
Era el primer año del gobierno de su esposo Alberto Fujimori, hecho que la convertía en la Primera Dama de nuestro país, como consecuencia era la presidenta de la ONG «Fundación por los Niños del Perú», entidad completamente ajena e independiente del gobierno y del ejecutivo, invitándome a colaborar directamente con ella. No pude negarme, pero tampoco me fue fácil hacerlo.
Me comprometí con la Primera Dama, construir tres aldeas infantiles para la ONG que presidía en las ciudades de Iquitos, Huánuco y Cerro de Pasco, a cambio de su valioso apoyo para financiar el saldo de obra del proyecto de irrigación Sendamal – El Toro.
Ella, como buena amiga, sabía mis orígenes y raíces celendinas y las responsabilidades que desempeñé en el gobierno del presidente Alan García, sobre todo como presidente de la Corporación de Cajamarca (CORDECAJ).
Esta coyuntura me permitió informarle de la obra correspondiente a la irrigación Sendamal – El Toro, que mi pueblo necesitaba de ella y que mientras estuve en la CORDECAJ la ataqué bajo cuatro frentes:
1. La parte alta del canal por la CORDECAJ, a cargo del Ing. Manuel Aliaga Chávez.
2. PLANREHATIC, Ministerio de Agricultura.
3. La Municipalidad Provincial a cargo de don Moisés Ortiz.
4. COOPERACIÓN POPULAR a cargo del Ing. Francisco Villar.
Se suscribieron sendos convenios con recursos de la CORDECAJ, complementado con los aportados por las entidades 2, 3 y 4, indicadas.
Quedó muy poco de obra civil por ejecutar al terminar mi gestión y dejar la Presidencia de la CORDECAJ (septiembre de 1988).
La Primera Dama tomó nota e interés y me ofreció buscar el financiamiento a través del Fondo Contravalor Perú – Japón, siendo responsable el Sr. Oscar Sakay, con quien más tarde recorreríamos todo el canal para verificar la consistencia del Estudio Técnico – Socio Económico, elaborado exclusivamente por mi persona.
A este recorrido invité a mi amigo, el flamante alcalde Adolfo Aliaga Apaéstegui, para que conociera y se familiarizara con mi gestión realizada y presentarle al Sr. Sakay.
De regreso a la ciudad de Lima, en reunión de trabajo, los ingenieros Susana Higuchi, Oscar Sakay y Álvaro Bazán, decidimos la aprobación del financiamiento, siempre y cuando tenga un componente social, que era lo prioritario para el Fondo y no solo terminar el canal y llevar el agua, ya que el financiamiento era solo para proyectos integrales; por lo tanto, elaboré un proyecto de siembra de 30 hectáreas de trigo, adquisición de un molino para el procesamiento de trigo, comercialización local de la harina de trigo y subproductos como cascarilla y afrecho para la crianza de animales menores, como cuyes y conejos, a cargo de las mujeres campesinas que participaran económicamente con el presupuesto familiar.
Ante esta nueva condición presentada al Fondo Contravalor Perú – Japón y opinión favorable del INP, se aprobó el financiamiento para concluir las obras civiles y la puesta en marcha del proyecto de producción y procesamiento de trigo y crianza de cuyes, conejos y peletería, por el monto de $ 600,000.00 (Seis cientos mil y 0/100 Dólares Americanos), siempre contando con el apoyo de la Ing. Susana Higuchi.
¿A quién entregar los $ 600,000?
Yo ya no era funcionario público, la Primera Dama opinó que fuera a la Región Nororiental del Marañón, presidida por el Sr. Salazar quien pertenecía al APRA igual que yo.
Mi propuesta la sorprendió ya que manifesté que sea entregado al alcalde de Celendín aun no siendo del APRA, pero era el alcalde de mi ciudad.
Por encargo de la Primera Dama y del presidente del Fondo Contravalor Perú Japón invité al señor alcalde Adolfo Aliaga viajar a la ciudad de Lima para cumplir con las formalidades del caso y ser receptor de los $ 600,000.00 en las oficinas de la “Fundación por los Niños del Perú” de manos de la Primera Dama y del Sr. Oscar Sakay.
Susana Higuchi cumplió con nuestro pueblo, para que la Municipalidad Provincial de Celendín terminara el Proyecto Integral en beneficio de los agricultores y de las mujeres campesinas a lo largo del canal.
De otro lado, también cumplí con mi compromiso, terminando la construcción de las tres aldeas infantiles que me encargara construir; de esta manera, ambos cumplimos como amigos, como ingenieros, ella como primera Dama del Perú y yo como celendino.
La Sra. Susana en el país solo hizo esta deferencia con nuestra provincia.
Rompo mi silencio después de 30 años, para saludar y reconocer el pragmatismo de los ingenieros Susana Higuchi y Oscar Sakay, descendientes del Sol Naciente y hacer conocer a la población la verdad respecto a esta gestión que la realicé personalmente elaborando el estudio que se exigía y coordinando con la Primera Dama todos los pasos para el logro de esta gestión y el financiamiento de los $ 600,000.00.
Muchos intereses y mezquindades desconocieron lo que realicé, entre otras obras, adjudicándolas a terceros en forma injusta, hecho que poco me importó. No fui aficionado a las placas ni a las inauguraciones, pero es justo y honesto que nuestro pueblo rinda un póstumo reconocimiento y agradecimiento a la Ing. Susana Higuchi por apoyar a concluir el Proyecto de Irrigación Sendamal – El Toro para 2,500 hectáreas de cultivos de panllevar.
[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 09 – Edición Diciembre 2021]