Jesús Natanael Aliaga Cachay – Estudiante de Ingeniería Ambiental.
Celendín nuestra tierra, Cielo Azul del Edén, si la miramos con ojos de turistas, nos dejará extasiados, pero luego seguiremos nuestro rumbo sin más; pero si nos acercamos a su suelo, lo escucharemos cantar: “Celendín tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar”. En este contexto de acción de gracias por esta tierra y por su gente, pero también de pena y dolor, expreso que hoy los cientos de jóvenes y adultos vamos asiduos de TRABAJO Y PROGRESO, solo vemos desempleo y pobreza, pobreza que se ve reflejada en el último resultado de pobreza monetaria 2018, donde Cajamarca presenta un 37.4%, siendo la tasa más alta de nuestro país, lo cual indica que la falta de empleo y de oportunidad laboral hacen que estemos viviendo días de mucha pobreza que día a día ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron, y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias.
En este tiempo crucial de vida me detengo a pedir por la unidad. Mi corazón celendino sabe que una de las peores amenazas que golpea y nos golpeará a los shilicos y a la humanidad, será la división y el enfrentamiento, el avasallamiento de unos sobre otros. ¡Cuántas lágrimas de pobreza derramadas! Hoy queremos luchar por un Celendín con oportunidades de trabajo, con proyectos de inversión, no solo públicos sino también privadas, BASTA de tanta mediocridad y de nuestra falta de IDENTIDAD, como celendinos seamos uno, como una sola fuerza. Celendino ¡no permitas que nos gane el enfrentamiento, ni la división!
Esta unidad clamada por todos es un don que hay que pedir con insistencia por el bien de nuestra tierra y de nosotros. Y es necesario estar atentos a posibles tentaciones que pueden aparecer y «contaminar desde la raíz» este don que nos invita a ser auténticos protagonistas de la historia.
Celendín necesita un cambio radical de valores: “En el ámbito social esto supone asumir que la gratuidad no es complemento sino requisito necesario de la justicia. Lo que somos y tenemos nos ha sido confiado para ponerlo al servicio de los demás, nuestra tarea consiste en que fructifique en obras de bien. basado en el concepto de justicia social, que defiende el derecho fundamental de la persona a una vida digna”. Pero en este tiempo estos valores solo son eslogan de campañas políticas, allí aparecen los humildes, los sencillos y hasta los honestos, pero solo son falacias para atraer votantes.
Celendinos, jóvenes como yo, la política es buena, en la medida en que cada uno hace su parte al servicio de la paz del desarrollo y el progreso de nuestro pueblo. Para culminar manifiesto: “Ahora es tiempo de avanzar más. Me uno a todos los progresistas, y hacer un llamado a la acción a los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y a las instancias gubernamentales, en el marco de una nueva agenda basada en el pedido de transparencia y responsabilidad formulado por los ciudadanos, una agenda que se valga del aporte de todos los asociados y todos los instrumentos disponibles. Se trata de una agenda basada en el DESARROLLO Y EL PROGRESO DE CELENDÍN”. Nuestro objetivo debería ser poner fin a la pobreza extrema y desde la sociedad organizada no permitiremos que la corrupción sea un obstáculo para su logro. Reafirmaremos nuestro empeño en la lucha contra el cáncer de la corrupción y avanzaremos con premura para poner coto a aquellos que le están robando a los pobres. Este es tanto nuestro deber moral como una de las mejores estrategias posibles de desarrollo económico. Muchas gracias.
[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 001 – Edición julio de 2019]