INSTALAR EL CHIP DE LA SALUD PREVENTIVA Y UN NUEVO MODELO DE ATENCIÓN INTEGRAL
Por: Carlos Raúl Chávez Silva (*)
Hablar actualmente del cuidado de la salud en las personas, familias y comunidades en la provincia de Celendín nos obliga a realizar un análisis en dos componentes, que forman parte del proceso salud-enfermedad y se pueden ver como las dos caras de una moneda, estos son la oferta y demanda de los servicios de salud.
Los establecimientos de salud, el personal asistencial y su equipamiento, con su alcance tanto en la zona urbana y periurbana, así como en distritos cercanos y lejanos de nuestro ámbito provincial, constituyen la oferta de los servicios de salud. Al respecto debemos tener en cuenta que en esta última década se han incrementado en una cantidad significativa los establecimientos públicos del Ministerio de Salud (MINSA), que por la Ley de Descentralización pertenecen al gobierno regional. Hasta el año 2010 se tenían 25 establecimientos agrupados en 4 microrredes, actualmente se tienen 48 establecimientos agrupados en 7 microrredes y un centro de referencia, el Hospital de Servicios Generales Celendín el cual no cuenta con la implementación necesaria para su categoría II-1. Con respecto al personal de salud, de 215 trabajadores hay un incremento a 358 el cual es insuficiente, ya que, considerando los índices dados por el Ministerio de Salud respecto a número de profesionales por habitante, todavía se tiene déficit de personal de salud, lo que constituye el reflejo de la realidad a nivel regional y nacional.
En lo que concierne a otro servicio público, EsSalud cuenta con un solo establecimiento categoría I-3 (Centro de Salud sin Internamiento con atención de 12 horas en el día, excepto domingos y feriados) a nivel de toda la provincia para atender actualmente a una población de 10 500 asegurados, adscritos por su lugar de residencia, y a un número importante de asegurados no adscritos que laboran en la provincia, pero mantienen su adscripción a sus establecimientos que dependen de su lugar de origen.
Los servicios de salud privados, ubicados en la localidad capital, se restringen a consultorios y centro médicos en proceso de instalación e implementación que no sobrepasan la capacidad resolutiva de los servicios de salud públicos y que son alternativa para la población que requiere de una atención con menos tiempo de espera y más personalizada. Cabe mencionar en oferta de servicios de salud a las boticas y farmacias donde atiende al público, personal en algunos casos profesionales no médicos, y en gran cantidad personal técnico de los cuáles la mayoría expenden medicamentos de todo tipo y sin receta médica, dando lugar al uso irracional de medicamentos y a la automedicación empírica; además, mencionar a los negocios de “productos naturales medicinales” que proliferan y también realizan su labor y ventas con una mínima presencia de las instancias a las que les corresponde realizar el control respectivo sobre la procedencia y calidad de estos productos. No se cuenta con un plan de trabajo articulado y proyectado a mejorar y/o monitorear estos servicios de salud institucional y extra institucional lo que determina una situación deficitaria en la calidad, oportunidad de atención y legalidad.
La población celendina con casi 100 000 habitantes, en toda la provincia y aledaños, constituye el otro componente que es la demanda de los servicios de salud; la población accede a los establecimientos de salud en mayor porcentaje (70%) por el SIS (Seguro Integral de Salud), a EsSalud (Seguro Social) en un menor porcentaje (20%) y otros (10%). Esta población se caracteriza por su alta dispersión y baja densidad poblacional en sus 12 distritos con alta ruralidad.
Un proceso migratorio considerable hacia la capital provincial determina que la localidad de Celendín tenga actualmente un crecimiento poblacional sobrecargado y desordenado en todos sus grupos vecinales y sus conos, sin un catastro urbano y periurbano, y sin un plan articulado, y actualizado de desarrollo social, económico y productivo, permaneciendo como una sociedad de autoconsumo no organizada significativamente con muchos problemas vecinales y débil presencia e intervención institucional. Su rutina laboral gira entorno a los trabajadores de las instituciones públicas y a un comercio a escala doméstica y producción artesanal en el sector agrícola y ganadero.
Esta realidad con su gran flujo migratorio de los distritos a la capital de provincia, por motivo de estudios superiores en los jóvenes, asuntos laborales y negocios en los adultos, establece un ambiente ya no de pueblo sino de un lugar cosmopolita con gran variedad de costumbres en sus diferentes barrios y sin una relación vinculante de futura ciudad organizada para un buen decoro. Las personas acuden a los servicios de salud mayormente cuando están con alguna dolencia, ellos asocian la ayuda del equipo de salud con la enfermedad. Se percibe, en la población, indisposición hacia el personal de salud por la demora en la atención y por la expectativa de que su enfermedad debe resolverse a nivel local, frustrándose por la débil e incompleta implementación de los servicios de salud; es muy mortificante para ellos cuando se les explica la necesidad de estudios especializados o traslados a otro lugar como Cajamarca u otra ciudad.
En esta situación general se propone, en ambos componentes, el fortalecimiento de la salud preventiva y la aplicación de un nuevo modelo de intervención que busca en las personas y familias lograr una mayor preparación en el cuidado de su salud para que participen activamente incrementando su conocimiento, autonomía y responsabilidad, con el fin de mejorar su estilo de vida y tener un desarrollo integral, así como en el personal de salud que tengan un mayor grado de integración y coordinación entre los diferentes niveles del sistema.
De esta manera, conseguir el fortalecimiento del primer nivel de atención utilizando tecnologías de información y comunicación, incluyendo los cuidados en el domicilio e involucramiento proactivo de la persona y la familia.
Este modelo, sistémico-holístico-intercultural con calidad técnica y humana centrada en la persona y sus necesidades, responde a una estructura horizontal con equipos humanos de procesos, interactivos con actitudes y aptitudes para el logro de resultados que considera el cuidado de la persona de acuerdo a su necesidad y grado de afectación, utilizando las especialidades médicas tradicionales en el sitio más adecuado, en el momento más oportuno y en las condiciones más idóneas para cada persona; proporcionando así el mejor tratamiento, la óptima atención por medio de un adecuado sistema de referencia, la correcta adaptación del servicio y la oportuna organización de los recursos.
Esta propuesta técnica deberá insertarse en la realidad celendina de manera interinstitucional y multisectorial para que podamos entender la importancia de la salud preventiva y el nuevo modelo de atención integral de salud y de esta manera la población y el personal de salud comprenda el chip del correcto cuidado de la salud… ¡Asumamos el reto!
(*) Director del Centro Médico EsSalud – Celendín y Coordinador general de la Mesa de Concertación Provincial de Celendín para la Lucha contra la Pobreza.
[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 002 – Edición septiembre 2019]