Por: Gutemberg Aliaga Zegarra.
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EL shámbar1 es el potaje típico y representativo del norte peruano. Es el plato emblemático de Trujillo; pero lo encontramos como plato fuerte en cualquier hogar del departamento de Cajamarca. Sin embargo, se dice que el año de 1824, Simón Bolívar lo saboreó por primera vez de manos de expertas cocineras cajabambinas.
2
Cierto paisano iba a deshierbar su chacra de maíz, entonces ordenó a su mujer preparar para el almuerzo un suculento shámbar.
La diligente señora, al no encontrar los ingredientes para el potaje se apresuró a ir de compras. A su regreso, adornó la olla con lo que había. Llegada la hora del almuerzo, el fatigado marido, lo primero que hizo fue destapar la humeante olla y con el cucharón dio tres vueltas al contenido.
Al no encontrar el aditamento fundamental del shámbar, aseveró: esto no puede ser, es un fraude, puede ser todo, menos shámbar.
Cogió el cuchillo de cocina y dándole dos afiladas en la piedra azul del patio, presuroso abrió el portón de su casa; observó cauteloso y al percatarse de la ausencia de parroquiano alguno, dio un salto felino hasta el borde de la chacra colindante, donde modorraba apaciblemente un robusto cerdo.
Un solo cuñís2 se dejó escuchar al coger de sorpresa la oreja del marrano y cortarla de raíz.
Veloz como el gato entró en su casa y con agua hervida peló la sangrante oreja, y luego la introdujo en la hirviente olla aderezada.
Ahora sí, dijo satisfecho, el shámbar está completo y agradable.
3
Al percatarse el vecino de la acción delictiva contra su indefenso marrano, lo denunció en la comisaría.
A los pocos minutos, respondió por su atropello ante el sargento.
– Señor Demóstenes, manifestó el Sargento, ¿cómo usted ha sido capaz de cometer un acto de salvajismo, al cortar la oreja del coche de propiedad de su vecino?
– Mi sargento, como va ser salvajismo, lo único que hice fue complementar algo que le faltaba a mi almuerzo; como usted sabe, shámbar sin oreja de coche no es shámbar; en cambio, coche sin oreja sigue siendo coche.
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1. Shámbar: sopa surtida de trigo pelado, frejol, una porción de cascarón y oreja de cerdo; aderezada con ajo sal y culantro.
2. Cuñís: grito estridente que lanza un cerdo cuando es maltratado.
[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 002 – Edición septiembre 2019]
