¿QUIÉNES SON LOS SHILICOS?
Por: Alejandro Aliaga Apaéstegui.
Este mensaje es dedicado a los celendinos como una base que puede sustentar la verdadera identidad de los shilicos y de esta forma tomar una dirección concordante con la auténtica historia de nuestro pueblo; toda vez que, existen diversidad de teorías sin sustento, que podrían considerarse una “crisis de identidad”; por tal motivo, este mensaje es dirigido a mis hermanos celendinos, a quienes quiero retar a que continúen leyendo este escrito de principio a fin; que -estoy seguro- impactará a las personas que leen este pequeño artículo, por cuanto se romperán paradigmas preestablecidos con relación a nuestra autenticidad genealógica.
Vamos a demostrar también que existe un robo de identidad, y es una queja mayor de nuestros coterráneos quienes desean saber su verdadera procedencia, que hasta la fecha ni siquiera la hemos reconocido.
Existen varias teorías sobre el nombre de “Celendín” o de la palabra shilico; al respecto, primero tendríamos que analizarnos para ver quiénes somos y descubrir nuestro verdadero origen. Asimismo, tendríamos que definirnos como viviríamos nuestras legítimas raíces, sin tomar en cuenta los mitos y leyendas hasta ahora conocidas.
MITOS Y LEYENDAS CONOCIDAS HASTA LA FECHA
“SHEL LIN DIN”: Para el dramaturgo shilico, Gregor Díaz Díaz, Celendín derivaría por etimología hebrea. Así, SHEL, igual a “que”; LIN, “pernoctar en una posada”; y, DIN, equivalente a “peregrino, juicio, ley”. Por tanto, para Díaz Díaz, Celendín llegaría a significar “posada o lugar donde pernocta el peregrino”; versión legendaria publicada en la Revista Gente N° 497, de febrero de 1985.
“SELAHEDDIN”: El Dr. Víctor Raúl Díaz Chávez, exministro de Educación y descendiente josegalvino, recrea una historia fantasiosa sobre la ocupación celendina por un grupo de árabes y judíos, quienes siguiendo la ruta del Amazonas llegaron hasta la cima del cerro “Galig” (hoy Jelij) y lo bautizaron con el nombre de SELAHEDDIN, a sugerencia de Zalatiel Aliaga, un descendiente directo del reino taifa de los “Aftasidas”, acentuados en Extremadura (España) y parte de Portugal. Díaz Chávez apunta a que “este bravo vigía, centinela y guía, que dirigió el grupo de avanzada y de exploradores del camino a seguir por los demás, fue quien propuso solemnemente llamar a este valle con el nombre de `SELAHEDDIN´ que significa `la tierra de Saladino o de Saladín´, célebre y legendario Sultán”, según narra en su obra “Celendín, la Ciudad Azul al Oeste del Marañón” (2010, diciembre).
“CHILÍN CHILÍN”: Otra de las tantas hipótesis ensayadas, intenta relacionar la onomatopeya de los “shilshiles”, una planta que -se presume- creció en los alrededores de las lagunas donde se asentaron las primeras tribus de origen Arawac, con el sonido que origina su fruto. El notable escritor Pedro García Escalante, erróneamente señala que los frutos de esta planta liriácea, que se encierran en cápsulas resistentes y que se ponen los danzantes en las pantorrillas, formaron la palabra Celendín, al sonar como “Chilín, Chilín”; versión que ha sido desestimada pues la correcta onomatopéyica es “¡Shil, Shil!”.
“LLAMADÍN”: El reconocido maestro y estudioso de la historia de nuestro pueblo, Pelayo Montoya Sánchez, en su “Monografía de Celendín” (1992) asegura que, tras la invasión española, en 1540, cinco aventureros españoles y un jesuita, acompañados de indios cajamarquinos, perpetraron tierras celendinas y tan pronto como pudieron fundaron sus haciendas, originando el nombre de “Llamadín”. Este espacio le habría tocado al español Hernando de Mori Alvarado, que la bautizó como Hacienda San Hernando de Llamadín. El escritor Jorge W. Izquierdo, agrega que este nombre le dio el inca Cápac Yupanqui cuando pisó suelo de la recién evacuada planicie “Hananchanpampa” (Pampa Sagrada) y observó una gran cantidad de llamas en sus alrededores (Monografía “Celendín: Vida y Obra”, 2002).
“ZELENDÍN”: Esta palabra aparece por primera vez en documentos oficiales de la Corona Española, cuando el Rey Carlos IV otorga el título de Villa a “Zelendín” el 19 de diciembre de 1802. Con este nombre el Obispo Jaime Martínez de Compañón realizó denodadas gestiones ante el Rey de España para la fundación de “Zelendín” como Villa. Pelayo Montoya indica que la “Hacienda San Hernando de Llamadín” cambió de nombre por el de Zelendín, tras la llegada del virrey Francisco Toledo a parajes celendinos, el 7 de diciembre de 1575.
Esta versión se va a desvirtuar del análisis de la palabra desde el punto de vista del idioma hebreo.
“SELEM DHIN”: Einar Pereyra Salas en la narración de su novela histórica “Celendín: Tablero de Ajedrez” (2004), recoge la historia de una bella mulata de nombre “Djanira Selem Dhin” de donde provendría el toponímico de “Villa Amalia de Celendín”. Esta mujer mora de piel aceitunada y de ojos color ceniza, descendiente de la nobleza marroquí, murió en Balsas (Amazonas) un mal día, tragada por un remolino del río Marañón, o tal vez asesinada por los forasteros que venían siguiendo la ruta del Amazonas en 1779.
Escuetamente Ciro Alegría nos dice en sus “Memorias” (1976): “Celendín quiere decir Pequeño Cielo. Es una hermosa tierra. Al comienzo, en los tiempos coloniales, se llamó Villa Amalia de Celendín”.
“CHILINDRÍN”: La respuesta que más se acerca al verdadero origen del nombre de Celendín, nos llevan a descifrar la etimología de esta palabra. Según el Ing. Luis Alayza Escardó, en su «Monografía de Celendín» y tal como se menciona en el mapa del Perú, tomo XV, página 257, del «Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de Literatura, Ciencias y Artes», Celendín como toponimia, proviene de la palabra “Chilindrín”, nombre de un latifundio, propiedad del acaudalado cacique indígena Chuquibala que lo llegó a vender a un grupo de portugueses y españoles en 14 000 pesos en los albores del siglo XVII para la fundación de la ciudad de Celendín.
Todas estas teorías y leyendas no tienen sustento, ni bibliografías fidedignas más que la imaginación de los escritores anteriormente expuestos.
ANÁLISIS DE LA PALABRA “CELENDÍN” Y DE LA PALABRA “SHILICO”
- Análisis de la palabra “Celendín”, desde el punto de vista del castellano
La raíz de la palabra Celendín viene a ser CELEN, que viene o deriva del verbo CELAR y el sufijo DIN que complementa la palabra. Al respecto, no tiene mayor significado por cuanto se refiere a un verbo y no a un lugar geográfico.
- Análisis de la palabra “Shilico”, desde el punto de vista del castellano
Esta palabra no tiene raíz en el idioma Castellano, solo se refiere a un gentilicio que se les atribuye a los celendinos.
- Análisis de la palabra “Celendín”, desde el punto de vista del hebreo
La raíz hebrea de la palabra Celendín es SHALEM, que significa un lugar físico de paz, justicia perfecta y completa. Y que en el Antiguo Testamento se refiere a la localidad de Jerusalén, donde era rey Melquisedec, hechos citados en Génesis 14:18 y en Hebreos 7:1 y 2.
El sufijo hebreo “DIN” significa juzgar, hacer justicia, condenar y gobernar; también significa pleito, disputa, derecho, sentencia y ley. El sufijo “din” también se refiere a la palabra hebrea “GEBURAH”, que significa heroísmo y hace referencia al derecho jurídico.
- Análisis de la palabra “Shilico”, desde el punto de vista del hebreo
La raíz hebrea de esta palabra es “SHIL” o “SHUL”, que significa casa de reunión, de oración y de estudio bíblico. Los griegos judíos le llamaban “SINAGOGA” y en hebreo se pronuncia “BAIT KENESET”.
El sufijo “ICO” solo complementa y lo define, dándole un significado a la palabra shilico como el gentilicio inherente de los habitantes del territorio de Celendín.
Existen ciertas evidencias que los primeros pobladores que llegaron a nuestro querido pueblo celendino, aparte de los españoles y portugueses, fueron pobladores israelitas convertidos al catolicismo y con apellidos españoles o portugueses, para cubrir su verdadera identidad; toda vez que, eran perseguidos por la Santa Inquisición, motivo por el cual a través del tiempo los pobladores israelitas perdieron sus costumbres e identidad.
Según la Biblia las tribus de la “Casa del Reino de Israel” fueron expatriados por Jehová a las naciones del mundo convirtiéndose en gentiles, según Génesis 48: 19; y a quienes en hebreo se les llama “MELO HAGOYIM” (multitud de naciones). Estos israelitas del Reino de la Casa de Efraín son las 10 tribus perdidas que nunca regresaron al territorio del actual Israel. Solamente regresó al territorio del actual Israel, después de la cautividad en la nación de Babilonia, la tribu de Judá, la tribu de Benjamín y algunos levitas.
Para reforzar nuestra opinión con relación a los orígenes judíos del pueblo Celendín podemos mencionar los siguientes aspectos:
Costumbres del Pueblo Judío:
Durante la historia el pueblo judío vivió pegado no solo a su fe, sino también a sus costumbres y estas se transformaron en la base de su identidad.
A pesar que el pueblo judío ha estado más de 2000 años, geográficamente disperso, la cultura judía ha mantenido su unidad y ha propiciado el diálogo entre sus practicantes, a menudo como una forma de resistencia frente a la comunidad mayoritaria, llámese cristianos, católicos, etc. En estas prácticas religiosas han permanecido ocultos. En otras palabras, aparentaban ser católicos, pero en el fondo continuaban con sus rituales de la religión judía.
Cabe resaltar que, la transmisión de estas costumbres en su mayoría no fue realizada en forma institucionalizada, sino transmitida sin palabras y explicaciones dentro del marco familiar.
Costumbres de Luto
Una de las costumbres más reportadas es la de cubrir los espejos en la semana de luto en honor a un familiar fallecido.
Hay familias que acostumbran hasta hoy en día vestir a sus familiares con mortajas blancas, vestimentas tradicionales con las cuales se cubren a los muertos en el pueblo judío.
Costumbres de alimentación (Kashrut)
Algunas familias no mezclan carne con leche. Tenían siempre una olla especial para calentar únicamente la leche y no mezclarlas con la carne.
El Shabat (reposo)
Otra de las costumbres más comunes que han mantenido los descendientes judíos a lo largo de las generaciones es la de encender velas antes del comienzo del Shabat (Séptimo día). Esto quiere decir que las velas se encendían el día viernes a partir de las 6 p.m. y terminaba a las 6 p.m. del día sábado.
Festividades y Ayuno
En muchos lugares se ha intentado cumplir que, durante la semana de la pascua judía (Pesaj) no se coma pan leudado, sino pan acimo. Costumbre que se puede notar todavía en Celendín.
La circuncisión (Brit Milá)
Es uno de los preceptos más importantes del judaísmo. Antiguamente en el pueblo celendino hasta los años 50 algunas matronas que atendían los partos circuncidaban a los nacidos al octavo día. Costumbres que a la fecha se ha perdido por la existencia de los hospitales.
Oraciones de Liturgia
La liturgia es otra de las costumbres que varias familias han mantenido. Si bien, no en forma completa, varios rezos han sido conservados, aunque en su mayoría traducidas al español.
Apellidos
3 nombres tiene el hombre, el que su padre y su madre le dieron, el que las personas le dieron y el que adquirió para sí mismo. El mejor de todos es el adquirió para sí mismo (Midrash Tanjuma, Parasha).
Una de las señales para reconocer a una persona judía en el pasado y en el presente son su nombre y apellido. Existen nombres entre los descendientes de los judíos tales como de colores, nombres de plantas como Candioso, Pinero, Oliveira, etc., y los de oficios como Cardoso, Tapiero, Molina; nombres con características personales como Crespo, Leneado, Sereno; apellidos del padrino del bautizo; nombres de lugares como Toledano, Villa Real, Franco; nombres de piedras preciosas como Golden, Silver, Diamond, etc.; entre otros nombres y apellidos que tenemos a la mayor parte de apellidos que existen en Celendín, tales como Pérez, Pereira, Rodríguez, Apaéstegui, Salem, Silva, Suarez, Torres, etc.
Estos apellidos, usos y costumbres, son aspectos principales para distinguir a los descendientes judíos y en especial si se ha determinado fehacientemente que una persona es hijo de una madre judía, entonces es 100% judío, pero si una persona es hijo de un judío con una no judía no le se considera judío al hijo.
Aspectos de Reflexión
En la Biblia el pueblo de Israel se forma a partir de Abraham, Isac y Jacob. Este último tuvo 12 hijos que formaron las tribus de Israel. Hoy en día también nuestra provincia tiene 12 distritos.
Los colores de mayor transcendencia en la provincia son azul y blanco. Casas con puertas azules y fachadas blancas. Iglesias con los colores azul y blanco. La municipalidad todavía conserva el color azul y blanco. La Plazuela Juan Basilio Cortegana todavía tienen el color azul y blanco. Hasta en la danza Guayabina tiene estos colores azul y blanco. Colores que están perennizados en la bandera de la nación de Israel.
Nombres de lugares en Celendín que tienen raíces hebreas
• Malkat, que significa reina en hebreo.
• Chumush, que en hebreo es Chumash y que significa la Torah (Biblia).
• Pisón, que significa en la Biblia un lugar cercando a “la tierra entera de Havila, donde hay oro, bedelio y ónice”. Similitud que tenemos en los lugares de Conga en donde bajo las lagunas existe oro.
Los aspectos descritos anteriormente son bases para poder determinar si los shilicos tienen ascendencia judía o no. Las pruebas más específicas y contundentes para saber si los shilicos tienen raíces judías son las pruebas de ADN en los laboratorios de IGENEA. Para terminar este artículo el único deseo que tiene el autor es aclarar estos aspectos y acercar a todos los hermanos celendinos hacia nuestro creador, toda vez que con la muerte de nuestro Yeshúa Hamashiaj (Jesús) hemos cruzado de muerte a vida. Por lo tanto, todos los creyentes (gentiles) hemos sido injertados en el olivo natural (Israel). (Continuará…)
[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 008 – Edición Octubre 2021]