Escribe: Gutemberg Aliaga Zegarra.

Con el coraje de un auténtico huauqueño, Olindo Aliaga Rojas, nos está legando como siempre, un valioso aporte cultural; para deleite de los lectores de su amada tierra que lo vio nacer, su Sucre añorado.

El Apóstol, es el título auspicioso de esta nueva inquietud literaria de Olindo, que, haciendo uso de un lenguaje sencillo y directo, nos conduce a conocer el apacible y bello distrito de Sorochuco en la provincia de Celendín, cuna de nacimiento de David Sánchez Infante, donde transcurrió su infancia bajo el calor familiar de sus padres y hermanos, para años más tarde continuarlos en Celendín, Cajamarca y Lima.

Esta obra literaria, servirá a la educación en su conjunto, conociendo así, la vida y obra de un auténtico intelectual: maestro, abogado, periodista, escritor, político y poeta celendino.

Esta obra literaria, tiene el mérito de ser auto editada por su autor, de haber salido a circulación en plena pandemia del COVID-19, flagelo que enlutó a miles de familias en el mundo entero, y; de esta manera, ser leída y comentada en los centros educativos del nivel secundario y superior de nuestra provincia.

David Sánchez Infante, tuvo la dicha de haber recibido el cariño, consejos y enseñanzas del maestro de maestros don: Pedro Ortiz Montoya; cumpliéndose así el dicho: “Quién a buen árbol se arrima, buena sombra la cobija”.

Para Olindo Aliaga, la obra de David Sánchez Infante, fue difusa y multiforme, comprendiendo: ensayo, periodismo, prosa y poesía.  Es un pensador robusto, profundamente original; fue un varón de genio, de historia y de gloria, de carácter triste y meditabundo.

Su copiosa obra literaria está nutrida de cartas, discursos, notas periodísticas, frases célebres y lo más sustancioso su Nuevo Evangelio de Celendín.

Su permanente peregrinar cultural lo llevó a conocer varios pueblos del norte del país: Cajamarca, Chiclayo, Cayalti, Chepén, San Pedro de LLoc, Pacasmayo, fundando allí el Colegio Pacasmayo, Lima e Ica.  Y como todo intelectual, por sus ideas y principios en bien de la juventud, purgó prisión por dos meses en la ciudad de Lima, siendo liberado por la presión de la opinión pública. David Sánchez Infante, murió de un ataque al corazón el 29 de diciembre de 1942, cuando se desempeñaba como director del Colegio “Celendín”, hoy colegio emblemático “Coronel Cortegana”. Sus restos mortales reposan en el cementerio La Sagrada Familia de Celendín, pabellón 5, quinto piso, en total abandono y destrucción; esperando que alguna autoridad política o cultural, lo coloquen en el sitial que le corresponde a tan ilustre intelectual, político y escritor celendino Don David Sánchez Infante.

Felicitamos una vez más a Olindo Aliaga Rojas, por este valioso aporte cultural, y; nos sentimos orgullosos de contar en nuestro pueblo con un intelectual autodidacta, escritor  y promotor cultural, quien en compañía de otros paisanos sucrenses residentes en Lima, fundaron el Movimiento de Unidad Sucrense MUS; y, junto a José Luis Aliaga Pereyra, escritor y promotor cultural fundaron el semanario Karuacushma y la Revista Alma de Sucre; siendo también Olindo coautor del libro: “Personajes de la Historia de Sucrense”.

Terminamos este comentario, transcribiendo de David Sánchez Infante su hermoso soneto intitulado:

MI ANHELO

Si tú me preguntaras, Patria mía,

cuál es la única gloria que yo anhelo,

para que tú con amoroso celo

me la concedas, como madre un día.

Emocionada el alma de alegría

a ti, que eres mi amor y consuelo,

con filial devoción y sin recelo,

solo al morir, por ti, te pediría.

Morir por defender tu sacrosanto

e inmaculado honor, en cruento duelo,

para que en premio de que te amo tanto,

Y al brindarte mi alma toda entera

Me des por tumba tu bendito suelo,

Y por mortaja, tu feliz bandera.

[Artículo publicado en la Revista Oígaste N° 007 – Edición Julio 2021]

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